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Con la pandemia, aumentaron los “teletratamientos” para autismo en America Latina

La pandemia del coronavirus trastocó la vida de las familias con niñas y niños con autismo en América Latina. Con los confinamientos que se establecieron el año pasado, tuvieron que adaptarse a acceder al “teletratamiento” desde las casas. Dejaron de ir a los consultorios para acceder a terapias del lenguaje, terapia conductual, terapia ocupacional o al apoyo escolar, pero las familias también encontraron ventajas. Sintieron que el cambio les permitió tener más cerca a los terapeutas y comprender mejor cuáles son los objetivos que se buscan en cada encuentro aunque fuera virtual.

El dato surge de un estudio realizado por la Red Espectro Autista Latinoamérica. Se llevó a cabo con una encuesta de 1.826 familias con personas con trastornos del espectro autista en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. En América Latina, se estima que hay 6 millones de personas con autismo. Hoy es el Día Mundial por la Concientización sobre el autismo.

La encuesta reveló que solo el 40% de las familias recibió asesoramiento a través de las videollamadas. “Con la pandemia y el confinamiento quisimos indagar cuál era el impacto sobre las familias con personas con trastornos del espectro autista sobre su vida cotidiana, su alimentación, el sueño, y sobre el acceso a los tratamientos”, contó a Infobae el doctor en psicología Daniel Valdez, quien coordinó la encuesta.

Hubo familias que notaron que al usar los “teletratamientos” durante el confinamiento estuvieron menos sometidas al estrés por los viajes y las exigencias de la interacción con otras personas. “También hubo familias que destacaron al acceder a la atención de un profesional por la pantalla de una computadora o por el celular pudieron involucrarse más como padres y comprender mejor cuál es el sentido y los objetivos de los tratamientos.

Muchos señalaron que sintieron una relación más cercana y personal con los terapeutas con la atención en la pantalla que en las consultas presenciales”, comentó Valdez, que es autor del libro Autismo: Cómo crear contextos amigables.

Para el experto, la pandemia y el confinamiento hizo un cambio en la relación entre familias y equipos de salud: “Muchas familias se sintieron más acompañadas que antes de la pandemia. Por lo cual, será un desafío que tendrán los profesionales para el futuro, ya deberían reformular el acompañamiento que realizan a las familias durante las consultas presenciales”.

El uso de las pantallas no solo creció por los “teletratamientos”: el 80% de los chicos aumentaron el uso sin fines educativos. Por supuesto que también las familias registraron desventajas de los “teletratamientos”: notaron dificultades en la atención y la concentración de sus hijos, la hiperactividad que interfirieron en la relación con docentes y terapeutas a través de pantallas. Así como algunos pasaron a las videollamadas, otros sufrieron el corte en el acceso a los tratamientos para autismo.