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Celebración a la Virgen de la Merced, protectora del pueblo y la Patria 

Cada 24 de septiembre la comunidad cristiana de Tucumán celebra su fiesta más importante. La veneración a esta advocación de la Virgen María tiene siglos de historia en esta provincia y, en épocas del nacimiento de la Patria, llegó a su punto culminante cuando Manuel Belgrano encomendó la suerte de sus tropas a la protección de la imagen mariana. Ese día, el día de la Batalla de Tucumán, la Nación dio un enorme paso hacia su independencia definitiva. Conocer esta fiesta y vivir la emoción y la fe del pueblo tucumano es una experiencia única.

La Iglesia Nuestra Señora de La Merced, ubicada en Villa de Medinas, 90 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, alberga a la imagen más antigua de la Virgen de la Merced de la Argentina, esculpida y tallada en madera semi-dura, recubierta con una lámina de oro, que data del año 1600. Si bien cada 15 de julio esta comunidad conmemora la coronación de la Virgen y se congregan los fieles para renovar los votos de Fe, es el 24 de septiembre la fecha que une la celebración del Día de la Virgen de la Merced a los feligreses, no solamente de esta comunidad, sino de toda la provincia. La devoción cubre cada rincón de Tucumán y se mantiene vigente desde el nacimiento de esta provincia.

Los tucumanos tienen una particular devoción por la Virgen de la Merced, que es la misma Virgen que viene acompañando a la ciudad desde el momento de su fundación, en el primer asentamiento de Ibatín, en el sur provincial, allá por el año 1565. La Basílica mercedaria, denominada desde 1813 Parroquia de la Victoria por pedido del mismísimo General Manuel Belgrano, en agradecimiento a la protección de la Virgen en la épica batalla del año anterior, es el epicentro de esta fiesta patronal, a sólo una cuadra de la plaza principal de la ciudad.